Albergue Universitario de Sierra Nevada

La Universidad de Granada adquirió a la Congregación de Religiosas Adoratrices una parcela de 13 hectáreas en la Hoya de la Mora sobre una ladera orientada al Sur, en pleno corazón de Sierra Nevada a 2500 metros de altitud. Con subvenciones del Patronato de Turismo y de la Diputación y Ayuntamiento de Granada, la Universidad construye, durante los veranos de 1933 y 1934, el Albergue Universitario de Sierra Nevada según proyecto de los arquitectos Francisco Prieto-Moreno Pardo y Francisco Robles Jiménez con el objetivo de facilitar a estudiantes y profesores el aprendizaje de los deportes de montaña.

Sobre una sólida plataforma de mampostería, el Albergue se cobija de los vientos más desfavorables tras el Tercer Peñón de San Francisco, ordenándose desde una crujía norte donde se ubican las dependencias comunes de servicio y la escalera; hacia el sur se expanden dos volúmenes prismáticos destinados a salones y comedor, éste rematado mediante un cuerpo cilíndrico. Entre estos volúmenes se conforma el acceso principal, priorizando las vistas en dirección suroeste y prolongando de manera natural los salones hacia la terraza exterior, a la vez que segrega un acceso de servicio en la crujía trasera. En la planta alta, el volumen se simplifica en un prisma rectangular con los dormitorios orientados a mediodía rematado con una innovadora cubierta plana sobre cámara ventilada; este sistema aislaba el edificio y además permitía que la nieve acumulada contribuyese al confort térmico interior al actuar como aislante frente a las exigentes temperaturas exteriores.

En 1961 se proponen incrementar las posibilidades turísticas y deportivas de Sierra Nevada con la construcción del Parador (demolido en 2006 tras su cierre en 1993) y la ampliación del Albergue Universitario. En 1962 se añade un ala quebrada hacia el este definiendo una planta en U de dos alturas, elevando asimismo el cuerpo cilíndrico en planta alta para alcanzar una capacidad de 59 plazas.

El Albergue Universitario se encuentra incluido con nivel A en el Registro de Equipamientos de Docomomo Ibérico. Se adscribe al más canónico modelo del racionalismo arquitectónico bajo el principio de que la forma es el resultado de la función, identificando racionalismo y funcionalismo. La conjugación de geometrías primarias y la abstracción formal propias de las vanguardias centroeuropeas quedan enriquecidas con referencias al lugar en los paramentos de mampostería de las terrazas, el recercado de madera de los huecos, el revestimiento de duelas de madera de pino en la planta alta y el empleo de launa en la cubierta.

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