JUNIO / 2018
Federico García Lorca
Joaquín Vaquero Turcios
Autoría: Joaquín Vaquero Turcios
Cronología: 1995
Técnica: Acrílico sobre tabla
Medidas: 70 x 70 cm.
Localización: Hospital Real
Colección: Colección de patrimonio histórico-artístico
Titularidad: Universidad de Granada
N.º inventario: 1335
Descripción:
El retrato de Federico García Lorca realizado por Vaquero Turcios fue adquirido por la Universidad de Granada en 1998, cuando se cumplía el primer centenario del nacimiento del poeta. Durante este año se llevó también a cabo la exposición de Vaquero Turcios Retratos, que el artista definiría como un grupo de «homenajes personales a poetas, pintores, músicos y otras gentes que he conocido o me habría gustado conocer».
Según el poeta y crítico de arte José Hierro: «en la obra de Joaquín Vaquero Turcios, no hay solo plasticidad, sino que, en sus retratos, se encuentra el análisis profundo de la personalidad del individuo retratado». En este caso nos encontramos ante un retrato que no solo analiza al protagonista, sino que nos introduce en su contexto histórico reflejando el resultado de la investigación sobre su personalidad a través de su expresión, y su contexto a través de la técnica utilizada.
El pintor se pregunta quién es Federico, y obtiene la respuesta a través de un proceso de búsqueda en su literatura, fotografías, obras de arte y escritos sobre Lorca, de manera que no estamos ante una obra que pretende reproducir la realidad, sino que traslada a la tabla la imagen y la proyección del retratado en el imaginario colectivo. Vaquero Turcios denominó este proceso creativo como ecos de ecos, recogiendo minuciosamente diferentes aspectos de la vida del protagonista para plasmarlos en el soporte artístico.
La cabeza del poeta se recorta sobre un fondo abstracto de tientes informalistas en un cromatismo frío de azules, lilas y rosas que contrasta con grandes manchas oscuras que enfatizan el dramatismo de la obra. La mirada incisiva e inteligente y el cabello destacan utilizando un marrón oscuro, casi negro, que imprime un aire tenebroso al retrato y parece anunciar la muerte. La viveza de los ojos contrasta con la tez blanca y azulada a la que el artista dota de una textura ajada, mustia. El poeta está muerto, pero su recuerdo aún brilla.
Los rasgos del rostro de Federico aparecen abocetados, consigue trasladar su presencia a la obra sin llegar a estar completamente definidos. Las sombras y las luces se acentúan utilizando expresivas pinceladas en tonos marrones y azules, que a su vez intensifican la teatralidad de la obra y su extraordinaria plástica.
Biografía del autor:
Joaquín Vaquero Turcios (1933-2010). Nacido en Madrid, su familia pronto se trasladó a Oviedo, ciudad natal de su padre, el arquitecto y pintor Joaquín Vaquero Palacios, que favoreció su vocación artística. Con tan solo 14 años ya dibujaba para la Revista Nacional de Arquitectura (1947) y en 1948 ya participó en la Nacional de Bellas Artes de Madrid.
Su familia se traslada a Italia al ser nombrado su padre director de la Academia de España en Roma, donde llevó a cabo sus estudios superiores en Arquitectura y, a lo largo de dieciséis años, recibió formación en pintura y escultura. Durante este período realizó su primera exposición individual en la galería Giardino (Lugano, Italia), en 1953, y desarrolló proyectos tan interesantes como la decoración, junto a su padre, de la presa y central de Grandas de Salime (Asturias) en 1955, donde elabora dos murales de gran formato. La estancia romana marcará la estética de su producción artística dotándola de una fuerte impronta clasicista que compartió protagonismo en sus obras con el retrato o el paisajismo hasta la década de 1990, momento en que se sumerge en la abstracción.
Sus períodos de residencia en Italia, Centroamérica, Francia y Estados Unidos marcan la trayectoria artística de este arquitecto, que trabajó la pintura y la escultura y destacó como muralista con obras como las realizadas para el pabellón español de la Feria Mundial de Nueva York (1964), el Teatro Real de Madrid (1967), el aeropuerto de Barajas (1968), el edificio de La Unión y el Fénix en Madrid (1970), la Fundación Juan March (1975), el Edificio ITT Europe en Bruselas, o el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo (1996). Algunas de sus obras más significativas como escultor son el monumento del Cuartel de la Montaña (1972), el Monumento al Descubrimiento de América (1977), y el monumento en Homenaje a Goya en el Parque del Oeste, en Madrid; el de Francesc Maciá (1983) en Barcelona, y la Nordeste de Cimadevilla (Gijón).
Combinó su actividad artística con la docencia universitaria y la escritura con obras como Vaquero Turcios frente al arquetipo y Maestros subterráneos. Su pintura forma parte de las colecciones de instituciones de conocida solvencia como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Centre Pompidou, Museo Nacional de Ciudad del Cabo, Cleveland Museum of Art, Rochester Memorial Art Museum, Flint Institute of Arts, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Fundación Juan March, o los Museos Vaticanos en la Ciudad del Vaticano.
Entre las menciones y premios que ha recibido a lo largo de su carrera, destacamos la Medalla de oro de la Bienal de Salzburgo (1957), Medalla del Senado de la República Italiana (1959), Primer Premio de Pintura de la III Bienal de París (1963), Premio de Grabado del Museo de Budapest, Beca de Especialista del Institute of International Education de Nueva York (1968), Miembro de la Accademia Fiorentina delle Arti del Disegno, Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (1998).
Federico García Lorca:
Nacido en Fuentevaqueros (Granada) en 1898, Federico García Lorca es uno de los literatos de referencia en las letras españolas. Conocido en los ámbitos del arte y la literatura por su paso por la madrileña Residencia de Estudiantes, donde conoció a Buñuel y Dalí, y por su adscripción a la Generación del 27 junto a otros autores como Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Gerardo Diego, o Vicente Aleixandre, entre otros.
Su producción literaria gira temáticamente en torno a varias ideas generales como el deseo, la muerte, el amor y la infertilidad, aunque también se encuentran numerosas referencias al universo femenino, los gitanos y su viaje a Nueva York a finales de la década de 1920.
Fusilado en Granada el 18 de agosto en 1936 con tan solo 38 años, Lorca ya había producido una veintena de publicaciones en teatro, poesía y prosa, entre las que podríamos destacar el Romancero Gitano, Poeta en Nueva York, Bodas de Sangre, Yerma o La Casa de Bernarda Alba.
Enlaces a recursos digitales:
Bibliografía consultada:
VV. (1997). Vaquero Turcios [catálogo de exposición]. Universidad de Granada, Secretariado de Patrimonio y Extensión Cultural.
BOUSOÑO, Carlos (1999). Vaquero Turcios. Nobel.
CASTRO FLÓREZ, Fernando y VAQUERO TURCIOS, Joaquín (1996). Vaquero Turcios. Frente al arquetipo: exposición itinerante. Consejería de Educación y Cultura.
GALERA DE ULIERTE, Valle. (2006). “Federico García Lorca”. En: Obras Maestras del Patrimonio de la Universidad de Granada [catálogo de exposición] Universidad.
MANRIQUE DE LARA, José Gerardo. (1963). Vaquero Turcios. Madrid: Dirección General de Bellas Artes.
Publicaciones en línea:
EGUILUZ, P. y COPERTONE, C. (2015, 14 de abril). Tesoros escondidos II: el gran salto de los Vaquero. Revista AD. Architectural Digest [Revista AD].